19 de octubre de 2012

LA SOLEDAD


Que terrible es sentirnos solas estando acompañadas; sobre todo cuando estamos en la flor de la juventud, cuando pensamos que la vida es “color de rosa”. 
Llena de ilusiones por vivir, proyectos por realizar y metas por cumplir, más de pronto nos encontramos involucradas en una relación  totalmente opuesta con alguien de edad otoñal.
Entonces pregunto: ¿Tenemos derecho a marchitar prematuramente los pétalos de esa rosa que empieza a abrirse a la vida, opacando el brillo de su mirar con las experiencias agridulces que nos tocó vivir, convirtiéndola en una rosa atormentada?
Nadie sabe a costa de qué vamos salvando de los naufragios ese  gran equipaje de ilusiones a los quince y a los veinte años, luego, en cada tempestad. Un día es sólo una maleta; después, un puñado de ilusiones, y tras los días y los años ¿qué nos queda? ¡Una ilusiٕón! que guardamos en algún lugar del corazón… ¿y también esa última y pequeña ilusión nos la arrebatan?.