7 de diciembre de 2015

CANCER Y SISTEMA INMUNE


El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores.
Se compone de una red de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para proteger al cuerpo. Las células mencionadas son glóbulos blancos (leucocitos) de dos tipos básicos, que se combinan para encontrar y destruir las sustancias u organismos que causan las enfermedades.
Diariamente se generan en el organismo células con transformaciones potencialmente malignas, que debido a un proceso denominado “Inmunovigilancia”, son eliminadas sin llegar a evolucionar como tumores establecidos. Una evidencia clínica de este fenómeno es la alta frecuencia de tumores malignos que se desarrollan en personas ”Inmunodeficientes”.
Las células malignas derivan de tejidos normales que han sufrido transformaciones que conllevan a la célula a una proliferación incontrolada asociada a cambios en el metabolismo y la diferenciación celular, dichas células transformadas invaden tejidos vecinos y con frecuencia colonizan sitios distantes al tejido de origen, fenómeno conocido por “Metástasis”.
 

2 de diciembre de 2015

EL CAMPO MAGNETICO DEL SER HUMANO

El campo magnético de todo ser vivo es una pauta holográfica de energía, una guía de ondas espacial que colabora en la organización y equilibrio de los sistemas moleculares/celulares del organismo. Cuando se distorsionan estas ondas, se produce una desorganización que aparece como distintos síntomas de enfermedad en el aspecto material que denominamos cuerpo.

La energía humana es de naturaleza magnética y similar a los campos magnéticos de gran intensidad en algunos de sus efectos biológicos. Las cargas electrostáticas que percibe el emisor y en algunos casos también el receptor, serían probablemente un efecto del proceso de equilibrio electromagnético.

 Toda carga eléctrica en movimiento genera campos magnéticos. En el caso de la Tierra, el principal generador es el núcleo terrestre, y en nuestro cuerpo, el latido del corazón y de todos nuestros órganos.

Vamos a ver qué ocurre en lo microscópico: el campo electromagnético de cada célula es también una barrera de protección, otro escudo como el de su membrana, pero que defiende a cada una de nuestras células, haciéndolas “resonar en armonía” y acercándolas a otros microorganismos o moléculas beneficiosas, y logrando un rechazo de otras que podrían ser destructivas.

Los iones de Potasio y Sodio son los que mantienen el equilibrio eléctrico de la membrana celular. El Potasio, desde dentro, se magnetiza con los iones de Sodio del exterior de la membrana. La diferencia entre el potencial eléctrico de estos iones, permite el intercambio de información entre el interior y el exterior de la célula.

Cuando una célula pierde su carga eléctrica, o ésta es menor a 30 milivoltios, muere. Por ello una de las formas de detectar enfermedades, es monitorear las cargas eléctricas celulares. Cada célula es una especie de pila eléctrica que mantiene la energía de nuestro organismo.

Del mismo modo, cuando nuestro cuerpo disminuye su carga eléctrica general (la intensidad de su campo magnético) estamos ante una enfermedad.


Fuente:
 Prof. Graciela Pérez Martínez