22 de marzo de 2016

IR POR LANA Y SALIR TRASQUILADO


Por lo general (no en todos los casos), cuando hemos crecido en un hogar humilde  y ya podemos valernos por si solos; anhelamos con alma, vida y corazón. Salir de ese “Mundo plagado de carencias” y obtener un status socio-económico opuesto al ya vivido.
Si este cambio es logrado de la mejor manera ¡¡¡ Bienvenido sea!!!... Pero si actuamos basados en la idea de que: “El fin, justifica los medios”. Haremos de todo por conseguirlo, inclusive infringir leyes.
Una vez obtenido tan “preciado metal”, pensaremos que: “Con dinero se hace todo, o se compra todo” y por ser  insatisfechos por naturaleza. La riqueza quedará en segundo plano y luego nos invadirá la “Sed de reconocimiento”, entonces trataremos de “Comprar ese lugar en la sociedad”.
Es aquí donde entra a tallar nuestra “trayectoria” (aciertos y desaciertos) basados en la ética y la moral, los que nos harán merecedores de tal “distinción”. O de lo contrario “nos caerá la noche” y lejos  de llevarnos al “reconocimiento, nos arrastrará al desprestigio”.
 

11 de marzo de 2016

¿MERITO O DEMERITO?


Si partimos de la premisa de que,” Un País crece económicamente  en la medida en que crece  el  nivel educativo de sus habitantes”.
Ya que los conocimientos académicos traen consigo: tecnología, innovación y progreso… Pero, ¿son suficientes estas herramientas para lograr el éxito económico? ¿O son necesarias otras habilidades inherentes a cada ser humano?.

Es frecuente escuchar: Es que “el ignorante” (persona que ignora algo), no tiene nada que perder, a parte del dinero invertido. En cambio el profesional tiene que cuidar su imagen y reputación bien ganada, lo que hace que éste actúe con  prudencia y “camine con pies de plomo”… Claro está que los logros deben obtenerse de manera honesta.
Sería interesante conocer el “Mundo mágico” que envuelve a estas personas, que les da “sangre fría” y “nervios de acero” para arriesgar y sobre todo el “temple” para afrontar la situación, cuando los resultados les son adversos. Los que al parecer son factores limitantes para el profesional.

Entonces…¿Es realmente la “Universidad de la vida” (la calle) la que nos enseña a saber ganar o perder?