Es preferible decir: “Somos raza”
como sinónimo de coraje, pujanza y pundonor, a que digan: “Que tal raza” la de
fulano, zutano o mengano. Siempre y cuando esta creencia (errónea o no), nos de
la fortaleza suficiente para superar adversidades (ya sea en la salud, en el
trabajo o en cualquier situación del diario vivir).
Que la unión de lo objetivo y lo místico (heredado o adquirido) nos de la energía suficiente, si en algún momento de
nuestras vidas, sentimos que nos
hundimos en el “Pantano de los fracasados y perdedores”… Para luego renacer
como “La flor de Loto”.
Prefiriendo mil veces decir: "Muero en mi ley, enfrentando los problemas y no corriendo de ellos".
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