Como
nuestra estructura de vida no puede
modificarse, entonces, ella es como fue y seguirá siendo como es. Todo
en ella se repite como un circuito cerrado. Empeñarnos a modificarla es
absurdo. A ella tenemos que amoldar nuestra alma y plegar nuestros gustos…
¿Para
qué echar sobre la vida culpa, escusas y cargos; si todo lo que ocurre
la culpa es nuestra?
La
vida tiene rieles rígidos y fuertes; nada la desvía, nada la ablanda; de manera
que no hay evasiva; debemos colocar nuestra existencia sobre esos rieles si es
que queremos no vivir fuera de ellos, fuera de las leyes sociales, golpeándonos
contra las imposiciones de la vida, de esa vida a la que debemos fatalmente
amoldar la nuestra, ya que ella no se amoldara jamás a nosotros.
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