8 de diciembre de 2014

ALCOHOL Y DROGAS


Caminaba una señora por la vereda del Cementerio, cuando la abordó un lavador de carros para comentarle la situación deplorable en que se encontraba su amigo Jean Pol, quien lucía como una “piltrafa humana” acurrucado en un rincón, manifestando que solo quería estar al lado de su padre que había fallecido.
Ella lo convenció para internarlo en un centro de rehabilitación, llevándole vestimenta para que se bañara y cambiara, luego lo acompañó al día siguiente; no siendo posible su internamiento porque tenía que avalarlo un familiar y pagar una tarifa diaria que no estaba a su alcance.

Ante este impase y confesándole Jean que había logrado dejar las drogas más no el Alcohol, ella decidió darle medicamentos para quitarle la depresión y pueda conciliar el sueño, recomendándole respetar la dosis.
Pasado un tiempo, ella volvió a pasar por la vereda de enfrente, cuando volteó ante el insistente llamado de alguien que saltaba detrás de una combi que estaba lavando; era Jean Pol que quería que lo vea recuperado gracias al medicamento y la fuerza de voluntad…No se imaginan la alegría que sintió la señora.

 

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