Rara vez los años nos pasan la
factura el mismo día en que infringimos las leyes de la naturaleza; pero si de
su caja tomamos un préstamo hipotecando nuestro cuerpo, de seguro que no dejará
de embargarnos al vencer el plazo y entonces éstas se manifestarán en forma de
achaques, dolencias crónicas y hasta enfermedades irreversibles.
La naturaleza anota todas estas
negociaciones físicas, mentales y morales y sin demora nos registra la partida
en el DEBE ó el HABER de nuestra cuenta.
Aunque continuamente estamos
quebrantando las leyes constitucionales de nuestro ser, esperamos llegar a
viejos , sin tener en cuenta que la salud es un CAPITAL fácilmente colocable a
INTERÉS COMPUESTO que lo acreciente desmesuradamente ; pero también cabe
perderlo todo de golpe en una desacertada especulación.
En efecto, nuestro cuerpo es una
prodigiosa industria sofisticadamente equipada, donde se realizan una serie de
reacciones químicas; operando las fuerzas vitales de los alimentos en
combinación con sustancias químicas generadas por nuestro organismo,
transformándolos en células vivientes.
“Caminemos hacia el logro del equilibrio:
cuerpo-mente”
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