2 de abril de 2014

EN MEMORIA DE MIS PADRES

Padre…Fuiste el símbolo del trabajo, honradez  y perseverancia.
Nos enseñaste a “meter mano” en el trabajo, para no ser “Ingenieritos de escritorio” (como nos decías); sin complejos o prejuicios por diferencia de género, para así lograr el respeto de los subalternos.
A ver la vida como un constante “volver a empezar” y a no desistir por más adversas que sean las circunstancias...porque "la vida, empieza mañana".
A levantarnos después de una caída. Teniendo a mi madre como tu soporte incondicional, caracterizada por su inquebrantable fortaleza, serenidad y tolerancia.
Fue la fusión de ambos caracteres, los que hicieron de nosotras personas de bien. Legados tan valiosos, que tratamos de impartir a generaciones venideras.
Vaya pues, mi eterno agradecimiento para ustedes, en el lugar donde Dios los haya acogido.

 

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