12 de enero de 2015

EL TRABAJO


El trabajo por más humilde que sea “dignifica al hombre”. No interesa su naturaleza, ni las ganancias que éste genere.
Es el trabajo el que fortalece los músculos, mantiene la mente sana, libera la personalidad y nos mantiene "vivos"; creando el hábito del esfuerzo y la disciplina. Su ejecución es importante para no convertirnos en “parásitos” de la sociedad, porque es ella la que la impone como un deber y también la somete a una sanción.

El que cumple una función para la sociedad, cumple con el deber de producir y por lo tanto tiene el derecho a consumir, asegurando una existencia confortable y digna.
El trabajo se debe de tomar como un “modo de vida”, más no como una “forma de supervivencia”. Sin llegar al extremo de “vivir para trabajar”, para no convertirlo en un castigo.

“Así como todo ser humano tiene derecho a la vida… también tiene deber con el trabajo”.



 

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