Autoestima y sentido de valía de
la mujer, son cualidades importantes que poseen las mujeres con experiencia de
aprendizaje, dispuestas a evolucionar. Y si no tenemos estas cualidades,
entonces necesitamos desarrollarlas.
Hablamos de liberación femenina; pero sin embargo
seguimos dependiendo del hombre en todo sentido, pareciendo que la desidia es
más fuerte que nuestras fuerzas, esperando ser mantenidas por el esposo,
arrimándoles hasta los quehaceres del hogar, argumentando que “él es el amo de
casa”. Problema que se viene arrastrando de generación en generación, no
habiendo forma de ponerle fin a este círculo vicioso. Poniéndose a pensar que
estamos formando hijas incapaces para defenderse por sí solas. Pese a que se
dice que los errores de los padres deben ser corregidos a medida que las nuevas
generaciones sean instruidas.
Cuando el sentido de valía es
fuerte, no aceptamos una posición de inferioridad ni malos tratos, ya que ambos
nos encontramos en igualdad de deberes y por lo tanto, igualdad de derechos.
Solo así tendremos hijas que no
se dejen maltratar e hijos que sepan respetar.
“Tus derechos
terminan, donde empieza los de tu esposo”.
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