4 de noviembre de 2014

CORRECCION DE PROCESO


Era los años 80, cuando producíamos Ferro-Aleaciones (FeMn y FeSi) que servían como desulfurante y desoxidante del Acero. Estos productos eran elaborados en Hornos de Arco abierto (con electrodo). Teniendo como materias primas: Mineral de Manganeso (cuya granulometría tendía a cero, para el caso del FeMn), Pellets, Carbón de Coque y CaO (con granulometría definida).
El Horno “erosionaba” produciendo quemaduras a los operarios, debido a que la mezcla de los minerales se hacía impermeable, ya que el mineral de Mn se ubicaba en los espacios libres dejados por los otros componentes que si tenían forma y tamaño. Evitando que el Horno “respire”.
Ubicada la causa, realizamos pruebas de “Sinterización”  del mineral de Mn para darle porosidad, que consistía en “Aglomeración y Tostación” del mismo. Siendo la clave la proporción de agua añadida para lograr mayor cantidad de mineral sinterizado.
El hijo del dueño de la fábrica, recién egresado de una prestigiosa Universidad de la Capital, fue enviado a Méjico a tomar un curso de “Sinterización”, regresó muy entusiasmado a realizar una réplica de lo que había aprendido, sin tomar en cuenta que eran realidades completamente diferentes, ya que se trataba de minerales con características diferentes, hiriendo esto su amor propio.
Moraleja: No todo lo que se aprende teóricamente se puede plasmar en la práctica a “rajatabla”, sino se toman en cuenta: la materia prima, condiciones de trabajo, etc.
No siempre es necesario que el profesional viaje a otro País para adquirir nuevos conocimientos, porque la tecnología ya está dada. Todo depende de la “visión” que éste tenga para hacer las cosas.
 

 

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