“La calle es para machos…no para
muchos”. Es aquí donde “los valientes lloran”, pero si tienen un ápice de
responsabilidad les servirá de estímulo para “sacar fuerzas de flaqueza” y
buscar en su interior lo que mejor saben hacer.
“Pasada la tempestad… viene la
calma” y con ella la tranquilidad y estabilidad emocional; porque ya
aprendieron a defenderse solos ante la adversidad. Y como muchos aseguran ya no
querrán ocupar un puesto dependiente, porque no hay nada mejor que la autonomía y la libertad de acción y decisión; sin “jefes”, ni
rivalidades por un puesto.
A medida que las personas tomen
conciencia de su valor y del porque y para que estamos en la Tierra, es que
pondrán salir adelante y mirar el pasado
como parte de sus experiencias sin que les cause dolor.
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