17 de diciembre de 2011

EL ENGANCHE CON NUESTRO PASADO


Muchas veces conservamos experiencias traumáticas de la niñez ó de la juventud, para justificar vivencias posteriores; culpando al pasado (padres, abuelos ó a los tiempos difíciles) de lo que uno es hoy, estancándonos en nuestro propio pantano. Cuando lo ideal es aprender del pasado, sin vivir el él.
El arte de olvidar puede ser esencial para el arte de vivir en paz consigo mismo. Todos esos espantosos recuerdos que tan celosamente han sido almacenados en nuestro cerebro, no son merecedores de rememorarlos.
Actualmente es común ver  los “enganches” emocionales entre jóvenes cuando se  confían sus problemas, no faltando personas que están decididamente dispuestas a utilizar las referencias al pasado para manipularlas según les parezca ó convenga.
Nosotros somos dueños y señores de nuestro cerebro y por lo tanto capaces de anular todo recuerdo que nos cause daño.
“Lo que ya ha pasado y no sirve de ayuda, no debe servir de aflicción”.

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