19 de diciembre de 2011

EL VAIVEN DEL SENTIDO COMÚN


Los acontecimientos de la vida pueden ser: importantes, insignificantes y otros que no significan nada. Todo tiene un PRECIO COMERCIAL y un PRECIO PERSONAL que no puede medirse con dinero, llamándose a éste último VALORACION INTERNA.
En efecto, dado el acontecimiento , se sabrá como la subconciencia categoriza la escala de prioridades; por ejemplo: en un incendio salvamos primero a nuestro hijo ó a la madre (de acuerdo a la sobrevaloración). Un mecanismo de defensa contra la sobrevaloración en situaciones que están por encima de nuestras fuerzas es ignorar involuntariamente, rechazar el objeto mismo, olvidarlo; es lo que sencillamente se conoce, como la pérdida del conocimiento (desmayo).
Es de esta manera que olvidamos los dolores, enfermedades, defectos físicos, remordimientos y hasta de nuestros deberes; es decir aquellos pasajes de nuestras vidas que nos hacen daño.

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